x

¿Quieres conocerme mejor? Visita ahora mi nueva web, que incluye todo el contenido de este blog y mucho más:

salvador-navarro.com

lunes, abril 10, 2023

Salud

Soy un analfabeto respecto a mi propio cuerpo.

Tengo la sensación de haber aprendido, lo poco que sé, a partir de enfermedades propias y ajenas. No tengo claro de qué tengo que estar pendiente, cómo interpretar los síntomas o cuántas veces trato mal a mi físico sin saberlo.

La única formación sanitaria que recibimos queda en los años del colegio y consistía en memorizar los nombres de las partes de los intestinos, la composición de la sangre y poco más. Lo más cercano que estábamos de tocar un cuerpo era un esqueleto de plástico lleno de polvo al que ya le faltaban tres vértebras.

Vivimos a diario con él, deberíamos ser especialistas en cuidarlo. Soy un huésped descuidado con mi propio caparazón, lo que me vuelve hipocondríaco por desconocimiento. Al no saber, siempre temo lo peor.

Hubiera sido precioso que me enseñaran a tocarme, a saber dónde están mis tendones, para qué sirve mi vesícula, que puede ser que me pase cuando me duele un costado, cómo se forman los gases, qué alimentos son buenos para mi corazón.

Seríamos una sociedad más sana, en lo físico y en lo mental, si la salud fuera una rama troncal de nuestros estudios. De poco sirve ser un genio en física cuántica o filosofía contemporánea si no vives seguro, y confiado, en tu propio cuerpo.

No hay comentarios: