Mañana es el cumple de Iván y, como le había prometido, nos hemos ido los dos a comprar su regalo: las botas de Messi.
En el camino hacia el centro empezó a hacerme el repaso de los amigos que irán a la fiesta de mañana: Pablo, Abilio, Álex... y dos nombres que yo no terminaba de controlar.
-¿Esos son tus amigos que tienen una madre japonesa, Iván?
-Sí. Pero son de aquí, porque el padre es español.
Entonces le comenté lo bonita que era la mezcla.
-Fíjate que siempre que se juntan dos personas de distinta raza tienen hijos que tienen un poco de los dos, y eso es muy bonito. Que la gente diferente se junte y vayamos mezclándonos entre todos.
-Pues esos dos tienen toda la cara japonesa -sentenció él, dudando de mi razonamiento.
Seguíamos camino de la compra cuando a él se le encendió la luz:
-Pero es verdad, porque tienen toda la cara japonesa, pero han salido hablando español.
En el camino hacia el centro empezó a hacerme el repaso de los amigos que irán a la fiesta de mañana: Pablo, Abilio, Álex... y dos nombres que yo no terminaba de controlar.
-¿Esos son tus amigos que tienen una madre japonesa, Iván?
-Sí. Pero son de aquí, porque el padre es español.
Entonces le comenté lo bonita que era la mezcla.
-Fíjate que siempre que se juntan dos personas de distinta raza tienen hijos que tienen un poco de los dos, y eso es muy bonito. Que la gente diferente se junte y vayamos mezclándonos entre todos.
-Pues esos dos tienen toda la cara japonesa -sentenció él, dudando de mi razonamiento.
Seguíamos camino de la compra cuando a él se le encendió la luz:
-Pero es verdad, porque tienen toda la cara japonesa, pero han salido hablando español.
3 comentarios:
¡Qué ternura posee la lógica aplastante de la infancia!
Bsote
jajaja pues es verdad...
Lo malo es que mucha gente sigue razonando así, de mayor y sin ser conscientes.
¡Buen día!
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