Ya desde el primer viaje en mochila por Europa, con 18 años, fui consciente del estigma que nos persigue a los andaluces. Me encontraba a cualquier viajante del resto de España por esos mundos y, al explicar de dónde venía, la reacción inmediata era una sonrisa, imitar mi supuesto acento y esperar que dijese algo gracioso.
Por un lado me parecía bonito. El hecho de venir de un lugar que, simplemente con nombrarlo, creaba buen rollo.
Los años pasan, el mundo exterior se hace menos extraño a base de viajes y de amigos de aquí y de allá, pero el estigma me persigue. Soy andaluz y no soy gracioso.
Qué pena que se confunda tanto, especialmente en mi tierra, ser gracioso con ser simpático.
En mi tierra andaluza, desgraciadamente, se valora al tipo que cuenta chistes, que habla más alto que el resto y que se hace ver. Esos que están apoyados en la barra del bar contando anécdotas 'tela de graciosas' y están de reojo mirando si, para su satisfacción, el resto de la clientela del bar se está enterando.
Hay un programa especialmente triste en la televisión andaluza. O existía, ya que desde que llegó la TDT no tengo acceso a Canal Sur. Se trataba de invitar a unos niños bien andaluces, es decir, graciosos, a ver quién contaba mejor los chistes, quién ponía un acento más exagerado y reía con risa más falsa. Entre el público, los padres. Jaleándoles.
Me duele esta sociedad mía donde desde la propia base se realimenta y se palmea al contador de chistes, al gallito de la barra del bar, al taxista sabelotodo, a los machitos de andar por casa, a las niñas 'resabiás' y a los golpes de pecho delante de una imagen religiosa.
5 comentarios:
Estoy contigo, Salva. Y eso que aquí tienes a un contador de chistes de los que empieza y no para. Pero hay un momento para cada cosa, y cada cosa tiene su momento. Además, si yo te cuento un chiste, el que está en la mesa de al lado no tiene por qué enterarse de lo bueno o lo malo que sea.
Ese programa que citas sigue en antena, por supuesto, y en "prime time". Y los mismos niños, a cual más exagerado, repiten cada semana. Niños que, sin llegar a los diez años, ya son estrellas televisivas locales. Si eso no es explotación infantil, que me expliquen.
Cuanta verdad en lo que cuentas, si no participas de este tópico "circo andaluz" eres un malaje.
Uffff que pereza!!!!
Más que los chistes me estimula más el humor inteligente.
SoyUnNegadoParaLosChistes Kisses
El mundo es de colores. Contra más mejor, brilla más.
Todo con educación y respeto.
Las operas, excepto fragmentos maravillosos, son aburridas, largas, repetitivas en sus letras y mueren todas las mujeres. Dramas. Un chiste de vez en cuando viene bien. Las risas son curativas de los males del alma y hasta del estomago.
Tienes razón, Salva. Pero eso es la imagen que quiren dar los polìticos de nosotros a través de la televisión autonoma. La Andalucía de España y Pandereta es la imagen que se sigue vendido en el exterior.
Miguel
Algún me gustaría leerte abordar el siguiente asunto:
Desde canalsur se "defiende" del supuesto acento andaluz-que yo no sé exactamente cual es, si es de Cádiz, el Almería o cual- y se fomenta su uso con programas del tipo "se llama copla", el programa que citas y otra bazofias "de genere". Sin embargo, los presentadores de los informativos hablan en un perfecto castellano de Castilla, lo que me parece muy bien, por otra parte.
A mi modo de ver, canalsur lo que viene a decir es que para el cachondeo usemos el andaluz que para las cosas serias está el castellano.
Para terminar, y yendo a lo que ibmos, me parece genial, una vez más, tu post.
Saludos
Fernando
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