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domingo, mayo 30, 2010

Gente rara

El pasado viernes tuve el honor de participar como invitado en una mesa redonda para hablar de 'Manhattan por el retrovisor', un muy recomendable libro de relatos de José Luis Ordóñez.

En la tertulia, otro de los invitados, José Carlos Carmona, estuvo impecable cuando comenzó a hablar sobre Nueva York.

'Admiro Nueva York por ser una ciudad que concentra en tan pocos metros cuadrados tantos millones de personas'.

El razonamiento lo continuaba apoyando en que, por pura estadística y por la historia reciente de la ciudad, Nueva York está llena de gente rara.

Gente rara que te aporta precisamente la diferencia.

En Sevilla, decía, la gente es demasiado igual, somos bastante similares entre nosotros. Cada persona es un mundo, sí, pero hay demasiados lazos que nos unen, tradiciones que nos encorsetan en cierto modo.

Pero Nueva York tiene todo tipo de seres humanos. Decía que, en uno de sus últimos viajes, en la barra de un bar, había conocido a un tipo que trabajaba como Jefe de Marketing de una empresa de caballos de pura sangre. Él, como director de orquesta (otro raro...) estuvo planteándole una sinfonía para caballos.

Encuentras gente para compartirlo todo, porque siempre hay alguien con inquietudes similares a las tuyas, que te va abriendo puertas a otras personas y territorios que necesariamente enriquecen.

Coincido con él. Quiero, a mi alrededor, tanta gente rara como sea posible.

5 comentarios:

nosequé dijo...

Lo gris nunca te hace crecer.
La variedad es lo que nos hace conocer y respetar. El problema es que a muchos las diferencias les crean inseguridad, por eso les gustan estar en “manadas de ovejos”
Aunque te digo, que todos buscamos lo mismo: amar, y si es posible que nos amen.
Un beso de un bichito raro

Ignaci Salas dijo...

Gente rara, a quién somos incapaces de clasificar, o desconocemos como etiquetar, lo metemos en el saco de; “Gente rara”, simplemente porque su presencia-pensamiento-inquietudes quedan alejados de nuestro conocimiento.

Cuanto más conocemos del mundo que nos rodea, menos “gente rara”, encontraremos entre los “desconocidos”, cuanto más críticos seamos con nuestros conocimientos adquiridos, más “raros”, nos parecerán nuestros “conocidos”…..

Anónimo dijo...

Por favor, definanme raro. Nunca lo he entendido. Un abrazo,

M. Dufour

PILAR VARELA dijo...

Coincido totalmente con ambos, quiero a mi lado gente rara (original, inquieta, amante de la vida) que me llenen de sorpresa y autenticidad.Salva,tú eres una de ellas, un lujo conocerte.Pilar.

Salvador Navarro dijo...

El lujo es mutuo, Pilar

Admiro tu capacidad de disfrutar de todo lo que la vida te ofrece con esa mezcla de inocencia, energía y humildad