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viernes, julio 09, 2010

Pijos

No he de negar que durante gran parte de mi vida he rozado, coqueteado, detestado, ahuyentado, asumido, desconfiado, relatado respecto al mundo pijo.

¿Pero qué es ser pijo?

Es un buen ejercicio de reflexión tratar de definir palabras como éstas, de tan variopinta explicación dependiendo de quien la piense.

Yo he mantenido durante mucho tiempo como base de lo que es ser pijo el hecho del estricto respecto de la vida prevista. Me explico. Había una coincidencia entre las personas así consideradas, de mi entorno, y sus meriendas de las cinco, su ropa previsible, sus domingos en misa o la actitud sorprendida de ojos abiertos ante los descubrimientos del mundo.

¿Implica ser pijo tener dinero? Digamos que ayuda a mantener esa vida de rutinas, ¿implica ser rancio? No, pero existen factores en el hecho de serlo que pueden hacer tender a la persona a no 'ventilar' su vida con la aceptación de lo distinto, lo sorpresivo y perverso, ¿es falso el pijo? tanto cuanto no sepa luchar contra sus principios cuando la realidad los desmiente, ¿es de derechas? tiene más tendencia a serlo desde el momento que aceptamos que el pijo defiende su vida de siempre y, por tanto, es conservador, ¿es sibarita? ahí actúa mi experiencia para decirme que sin ser condición necesaria ni suficiente, sí hay mucho de ello.

Construir una definición con todos estos argumentos, siempre personales, resulta complejo.

El caso es que, dependiendo de quien me valore, yo mismo puedo ser descrito como tal. Y me horroriza. ¿Qué parte de mí es pija? Tal vez ayudan mis estudios y mi puesto profesional, no tanto por todo ello en sí sino por el círculo social en que en cierta forma me ha asentado. Mi nómina tampoco es baladí respecto al mundo mileurista en el que me muevo y, si asumimos que el concepto dinero ayuda, entonces tengo más probabilidades que otros. Soy, también, una persona con un gusto particular por la belleza entendida como un amor al arte, al buen vivir. Soy, mal que me pese, sibarita.

¿Me libero de serlo por considerarme de izquierdas? Ojalá. ¿Soy el anti-pijo por no estar enganchado a las tradiciones de mi tierra? Quizás. ¿Mi vida sin hijos me hace saltar por encima de cualquier manual de hombre pijo? No sé.

¿Son los pijos insoportables?

En una gran parte, sí.

¿Son los pijos más educados que la media de masa humana?

A veces defiendo esa postura, a veces no. Luego no puede entrar como argumento.

¿Qué me hace escribir de ellos?

La recurrencia con la que se utiliza este término en nuestra sociedad. Tal vez cada cuál a su manera, mirando en positivo o negativo. Hay quien se vanagloria de serlo.

Yo conozco pijos y pijas encantadores, habituados a llevar una sonrisa, nada perezosos a la hora de abrazarte. Entre ellos hay mucha gente de la que te puedes fiar por encima de todo, quizás porque si los elegiste como amigos hace mucho tiempo, y si al tomarlos como tales acertaste, sabes que son personas hechas para no cambiar. Y si te quieren, te quieren...

5 comentarios:

el señorito andaluz dijo...

Al final todo se reduce a lo mismo, poner etiquetas y crear tribus urbanas. No coincido enteramente contigo, el típico pijo si es cómo lo describes y resulta tan insoportable como el típico moderno, el típico intelectual o el típico cani. Todo se reduce a gente que forma parte de un grupo y es incapaz de demostrar su propia personalidad. A mi me han llamado pijo muchas veces, pero no me precupa, la única marca con la que nací es una mancha blanca en el costado, el resto sobran...

Anónimo dijo...

Creo que ser pijo no tiene que ser intrínsicamente negativo, pero ¿el pretencioso? el que envidia la pijez y no llega, y se queda solo con los símbolos externos, en fín que el pijerío normalmente lleva asociada la "pasta" y eso te da opción a una mejor educación, pero no siempre. Creo que no se puede generalizar. Tan interesante puede ser un pijo como un pastor. Al final importa la calidad humana. Besos,

M. Dufour (ya he vuelto, pero sin móvil, que me lo han "tangado" en el chupinazo)

Anónimo dijo...

Seguimos con los tópicos...Conozco a "pijos" con mente abierta, generosos, solidarios, currantes, que se levantan todos los días a ganarse los garbanzos.

Dentro de los clasificados "progres" (que no es lo mismo que ser de izquieras) hay cada impresentable, que más vale reirse por no llorar.

Quizá sea bueno romper lugares comunes,ventilar las ideas con aire fresco y dejarnos de tantas etiquetas.

Personalmente me gusta mezclarme con todo tipo de gente, conocerla y a ser posible tener amigos en todas partes, sean pijos,progres,hippies, anarcas,peperos o rojetes. Viva la diferencia y vivan las buenas personas. Un abrazo

Antípodas ( según dicen un hippy-pijo),

Anónimo dijo...

Un ejercicio similar pero esta vez con el término "progre" sería interesante y muy bienvenido.

Hace tiempo que no me deleitaba con tus adorables circunloquios extravagantes, lo echaba de menos y hoy he podido.

Deberías (me consta que lo sabes) revisar tus prejuicios, como deberíamos hacerlo todos.

Fernando

Salvador Navarro dijo...

Gracias, Fernando.

Una forma de poner en tela de juicio mis opiniones (y prejuicios)es lanzarlos al viento como lo estoy haciendo...

Un abrazo
Salva

(me gustaría verte el jueves en la Fnac)