x

¿Quieres conocerme mejor? Visita ahora mi nueva web, que incluye todo el contenido de este blog y mucho más:

salvador-navarro.com

miércoles, septiembre 04, 2013

Admiración

Hay un punto de hipocresía, sí, seguro, en nuestras relaciones con los demás. Poco importa que sean familia, gente cercana o compañeros de trabajo, construimos imágenes de nosotros mismos, de lo que querríamos ser, que no tiene por qué ser una; de hecho somos una persona estrictamente diferente con cada uno de nuestros compañeros de viaje en esta vida azarosa que nos ha tocado compartir.

En cualquier caso hay técnicas, sí, predecibles, para ganarnos a ese entorno que nos rodea. Y no es malo, más bien inteligente.

Una de las principales, para la gente que tiene un buen fondo, es la de la admiración. La admiración sincera.

Me explico.

Siempre hay motivos para, no ya descalificar, criticar algo en los demás, en la persona concreta con la que compartimos cada momento. Si pensamos en cada uno de nuestros amigos es seguro que encontraremos algo en ellos que nos desespera.

Sin embargo, ¡es tan fácil alabar lo mucho de bueno que hay en cada una de las personas que hemos elegido para ser felices!

Es de tontos juntarse con gente que nos amarga la existencia. Por sentido común, nos vamos arrimando a aquéllos que nos hacen reír, que nos escuchan, que valoran nuestro modo de ser, que se preocupan por nuestras inquietudes, que nos llaman sin tener nada que decirnos...

La estrategia, aquélla de la que yo hablo y que mezclo con la hipocresía, sana, es siempre encontrar la ocasión para alabar a quien quieres.

Hay mil motivos para criticar, pero en ese instante en que el veneno te lleva a hacerlo, piensa en todo lo bueno que esa persona que te aguanta, te comprende y se divierte contigo te ofrece.

Es una cuestión de puro egoísmo, si quieres ser feliz habla todo lo bien que sepas de la gente que aprecias.

Porque, además de todo, es verdad.

2 comentarios:

Alforte dijo...

Sí señor, te admiro!!!

MARÍA dijo...

Pues me parece bien practicarlo, por egoísmo o por salud mental, como se quiera, ya que ambos conceptos se retroalimentan, aunque reconozco que yo tendría que "trabajarlos" más, la mayoría de las veces soy absolutamente sincera para reconocer los méritos ajenos y.....para lo contrario, si me preguntan mi opinión.