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miércoles, noviembre 09, 2016

Desconsuelo

Independientemente de la alta política y la lucha de poderes, lo ocurrido en la elecciones americanas de ayer produce un profundo desconsuelo a quienes creemos con convicción en el progreso de la humanidad.

Se puede decir que fue ese mismo pueblo americano el que dio su confianza, por dos veces, al carismático y humano Barack Obama, que tanto echaremos de menos; pero no vale como argumento comparar dos opciones que navegan en espacios éticos que nada tienen que ver.

Es necesario establecer mecanismos que directamente eliminen de la contienda a personas que no suscriban la Declaración de los Derechos del Hombre, a hombres que consideren a las mujeres como objetos sexuales, a personajes que utilicen el racismo como factor movilizador, a ciudadanos que no hayan cumplido con sus obligaciones fiscales.

Es retorcido el argumento de comentaristas contraponiendo el voto de latinos, mujeres, afroamericanos o gays con el voto de los hombres blancos. ¿Quiere decirse que hay que sumar todo el voto del hombre blanco en el haber de Donald Trump? ¿Es que el hombre blanco americano del siglo XXI ha salido de las cavernas? Hablamos de un país con un 6 o 7 por ciento de paro, de la nación más poderosa del mundo.

Yo no culpo a la sociedad americana, sino al hombre en sí, a su falta de dignidad y de grandeza ante el futuro, a su manera de dejarse movilizar por sus miedos, el egoísmo y la insolidaridad. Al hombre que admite que alguien de otra raza recoja su basura y le ponga la comida por delante, pero al que le molesta compartir un trozo de calle, o de país, con él.

¿Qué viene ahora? ¿Marine Le Pen en Francia? ¿La vuelta a las aldeas y el garrotazo?

Hay días perturbadores en que me confieso desconsolado por la pequeñez del ser humano, miserable y esperpéntico. 

4 comentarios:

María dijo...

Hola! Pues en realidad ya estábamos temiendo que un país con tanto pistolero trasnochado de la América profunda diera el susto y así ha sido. Todos los países tienen su lado oscuro y llevan su mochila de vergüenza. Aquí soportamos todavía a machistas casposos y algún que otro facha tipo Torrente. Lo que está claro es que hay una tremenda crisis de valores en la sociedad en general, además de una preocupante incultura. Qué podemos esperar de países como el nuestro en el que el asunto de una cobra ha copado los titulares de los más serios y (se supone) rigurosos medios de comunicación? Con una televisión pública que tiene un solo programa de libros (en la 2, por supuesto) y ninguno más de cultura?. Al final va a ser verdad eso de que los políticos son el reflejo de la sociedad. En ese caso, los norteamericanos ya tienen a su representante que, además, más hortera no se puede ser. Completito.
Besos!

Anónimo dijo...

Pobres estadounidenses(que no norteamericanos), tanto decir que nos han desilusionado.Ni que hubieran votado a un partido corrupto que se financia con dinero negro o a otro que se gasta el dinero publico en cocaína en los "putis" sevillanos.

María dijo...

Tienes razón, no todos los norteamericanos tienen tan mal gusto 😀, ha sido un lapsus imperdonable.

Salvador Navarro dijo...

Subrayo tu comentario, María, sobre la preocupante incultura en la que estamos instalados. No veo cómo salir del túnel para ver la luz de un tiempo mejor.