x

¿Quieres conocerme mejor? Visita ahora mi nueva web, que incluye todo el contenido de este blog y mucho más:

salvador-navarro.com

domingo, noviembre 01, 2020

No tocar

Mi familia es un amor, pero es seca.

Cuando hace diecisiete años empecé mi relación con Fran, cada visita a casa de sus padres era un festival de besos. Recuerdo una semana en la que estuvieron en mi apartamento cuando yo aún vivía en París. Yo me acostaba antes para madrugar al día siguiente y a través del muro de la pared escuchaba los achuchones.

'La familia Besos', la bauticé.

En mi casa, desde pequeños, de siempre habíamos criticado muchas películas americanas por ser 'pasteles'.

-Todo el día diciéndose 'te quieros' -decían mis hermanos, con cara de hartazgo.

Fran comenzó a llamarnos 'La Familia No Tocar', porque nos veía ariscos en el trato. Era cierto.

Ahora mi sobrino Iván, antes de irse cada noche a dormir, con diecisiete años, les dice un 'te quiero' a su madre y a su tía. Mónica me lo contaba con cara de sorpresa. Las imagino a las dos, viendo la tele en el sofá, con cara de espanto. Les ha salido un niño pastel.

Fran me ha enseñado a decir 'te quiero' con asiduidad. Porque lo quiero con toda mi alma.

Nos demostramos el amor cada día, en detalles puntuales, en la escucha sincera, en preocuparnos por que el otro se encuentre bien y se divierta.

Pero nunca sobra el verbalizarlo.

Como decía Benedetti, 'en el amor no hay posturas ridículas, ni cursis, ni obscenas. En el no amor todo es ridículo y cursi y obsceno'.

Eso sí, cuando de higos a brevas uno de mis hermanos me dice que me quiere, en un arrebato de cariño, yo subo a la estratosfera.

No hay comentarios: