Estos días de verano, aunque intento mantener la forma y seguir haciendo ejercicio diariamente, he ganado kilos y he perdido fondo a la hora de correr. Los días de levante en Conil no han ayudado al no poder salir de casa si no era para meterme en el coche o en un bar a tomar cervezas.
Esta semana, en Marbella, conseguí al fin salir a correr por los alrededores de la urbanización donde estamos. Suelo hacer de media 10 km, pero esa vez a los 4km iba muerto. Al ser un circuito pequeño, la tentación de escaparme al apartamento y darme un baño en la playa era enorme.
Entonces pensaba en los gritos de ánimo que di a Nadal en sus últimos partidos en los Juegos de Brasil, ¡qué fácil exigir un esfuerzo más desde el sofá a un tipo que acababa fundido cada encuentro!, y sacaba fuerzas para 4 km más.
Necesitamos muchos Nadales que nos inviten a obligarnos a ser mejores.
Esta semana, en Marbella, conseguí al fin salir a correr por los alrededores de la urbanización donde estamos. Suelo hacer de media 10 km, pero esa vez a los 4km iba muerto. Al ser un circuito pequeño, la tentación de escaparme al apartamento y darme un baño en la playa era enorme.
Entonces pensaba en los gritos de ánimo que di a Nadal en sus últimos partidos en los Juegos de Brasil, ¡qué fácil exigir un esfuerzo más desde el sofá a un tipo que acababa fundido cada encuentro!, y sacaba fuerzas para 4 km más.
Necesitamos muchos Nadales que nos inviten a obligarnos a ser mejores.
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