x

¿Quieres conocerme mejor? Visita ahora mi nueva web, que incluye todo el contenido de este blog y mucho más:

salvador-navarro.com

lunes, mayo 04, 2020

Sabios

Si la reflexión es habitual en mí, más lo es aún si me veo inmerso en un encierro. Y al estar en un encierro, reflexiono sobre qué consecuencias nos traerá.

Son tantas las personas que lo están pasando mal, tenemos tantos amigos impactados de lleno por el parón económico, que la principal contribución que me planteo nada más poder hacer vida normal será la de consumir. Maldita palabra. Consumir. En estos tiempos en que se critica con fiereza la sociedad consumista, culpable para muchos de haber llegado al agujero donde nos encontramos metidos, yo me planteo consumir.

Pero, ¿qué hacer?

¿Puede una sociedad estar viva sin el trueque? Si nos dedicamos a aprovisionarnos exclusivamente de aquéllo que es imprescindible, ¿no moriría la sociedad de inanición? ¿Dónde dejaríamos el placer?

Sí. Está el consumo responsable. Pero, ¿quién lo define? ¿Quién nos educa para practicarlo?

No podemos martirizarnos pensando en que si me compro unos pantalones estoy emitiendo no sé cuántos gramos de CO2, o tomarme un zumo y crucificarme porque las naranjas han hecho 10.000 kilómetros en avión.

Necesitamos sabios que nos digan cómo actuar. No sugiero que sustituyan a los políticos, pero sí que los políticos basen su acción en ellos. En las personas sabias, para que se legisle de forma que no se pueda consumir una naranja que se cultiva a 10.000 kilómetros ni comprar pantalones fabricados en condiciones de insalubridad por trabajadores explotados.

Son los sabios quienes debieran decir a los políticos que no todo es posible, que así nos hundiremos cada cierto tiempo en un agujero y acabaremos destrozando nuestro planeta.

Pero desgraciadamente el consejero que tiene el político al lado es el financiero, no el sabio. Es el guardián del capital, bendito tesoro.

Los ciudadanos debemos ser responsables, claro que sí. Yo quiero gastar mi dinero para disfrutar del placer de vivir y contribuir a que otros saquen adelante sus negocios. ¿Soy un irresponsable?

No hay comentarios: